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Cúpula / Laura Artemisa, tacto y madurez política

Columna publicada el martes 10 de junio de 2025.

Hace unas semanas en Cúpula subrayamos la necesidad de implementar una estrategia para contener la delincuencia a bordo de motocicletas.

Incluso apuntamos que en Colombia es el vehículo preferido de los sicarios.

Indiscutiblemente se tienen que aplicar medidas para regular y controlar las unidades de dos ruedas.

El gobierno de Alejandro Armenta lo reconoce, aunque las disposiciones no han sido del todo adecuadas.

La intempestiva “ley chaleco” pretende que los motociclistas porten el número de matrícula en el casco y un chaleco, pero ha encontrado una fuerte resistencia en agrupaciones motorizadas y el tema puede escalar.

En la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP) hay por lo menos 20 clubes bikers que tienen una estrecha relación con agrupaciones de CDMX, Toluca, Cuernavaca, Orizaba, Córdoba, Querétaro, entre otras ciudades cercanas.

Basta una convocatoria, un llamado de apoyo para que se concentren 2 o 3 mil motociclistas en el boulevard 5 de Mayo.

Ya demostraron que están dispuestos a realizar protestas.

Así quedó de manifiesto cuando tomaron la caseta de Amozoc por unas horas.

El tema de fondo es que la estrategia del casco y el chaleco fue intempestiva y brusca, cuando lo recomendable era comenzar paso por paso e iniciar por lo básico.

Primero implementar operativos coordinados entre corporaciones estatal y municipales para revisar que todas las motos estén emplacadas.

Solo alrededor del 30 por ciento portan matrícula.

Después verificar la licencia de motociclista.

En este caso también solo un reducido número tiene el documento.

Y aquí para tramitar la licencia se puede solicitar un requisito inédito, pero que tendrá un amplio respaldo ciudadano.

Para extender todas las licencias ya sea de motociclista, automovilista o de transporte público se debe practicar un examen toxicológico.

Algunos se van oponer, pero solo se van a exhibir.

Sin embargo lo ideal es comenzar por las revisiones básicas, placa y licencia.

Poco a poco se puede implementar el chaleco en moto repartidores o en municipios complicados como San Martín Texmelucan.

Pedir una insignia distintiva a los clubes biker.

Sobre la marcha y de manera paulatina se pueden aplicar otras medidas.

El tema desató polémicas y en más de una ocasión los motociclistas se han manifestado en la sede del Congreso del Estado.

Y nuevamente somos testigos del aplomo, la prudencia, pero sobre todo la madurez de la diputada Laura Artemisa García Chávez, Presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

La legisladora ha recibido a los motociclistas en un diálogo abierto, respetuoso pero firme.

Ante los medios García Chávez señaló que la iniciativa “chaleco” es del Secretario de Seguridad, Vicealmirante Francisco Sánchez.

Y este es otro punto que debe subrayarse.

Los militares y marinos están entrenados para desplegarse en escenarios bélicos.

Pero ese no es el caso de las ciudades poblanas.

Por eso se requiere una conducción civil.

Ante la inconformidad entra el tacto y la sensibilidad social de Laura Artemisa, quien junto con Javier Aquino Limón son los dos activos más valiosos del armentismo.

La labor de García es explicar a los motociclistas que se requiere su colaboración para implementar una estrategia de seguridad.

Nadie criminaliza a los bikers.

Al contrario, se pide su apoyo para llevar a buen término las medidas.

La dama de la política poblana serena los ánimos de una comunidad aguerrida.

cupula99@yahoo.com


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